Mascotas esterilizadas
Son pocas las voces que se atreven a proclamar la defensa de la esterilización de perros y gatos domésticos pero su esterilización no es perjudicial para ellos. |
La hipocresía en fin convierte a muchos en supuestos defensores de la virtud de un perro o un gato, sin entrar en discusiones serias y razonadas, sin rechazar otro tipo de torturas y vejaciones reales, habituales y alabadas socialmente. No hay más que acudir a una corrida de toros, a un circo, a muchos de los zoológicos de todo el mundo, a una granja de pieles, a un centro de elaboración de glicerinas… y en especial a los mataderos. Comer carne, o al menos, matar lo que se come de otra manera, debería ser motivo de reflexión.
Razones para la esterilización
Todo aquel que tenga una mascota sabe que no es así. Los gatos siguen cazando incluso tras una operación de este tipo Aún prescindiendo de la ciencia, el más pequeño contacto con una mascota esterilizada lo demostrará. Otra cosa es que el responsable de un animal operado no atienda correctamente su alimentación o los cuidados que requiere habitualmente, como todas las mascotas, y se encuentre, al cabo de no mucho tiempo, con un animal apático o cambiado.
“No es natural, es un crimen, se les elimina un sentido” dicen muchos. De ninguna manera se puede comparar la sexualidad humana con la animal. Los que así hablan no se dan cuenta de que no se puede extrapolar el sentimiento humano, el sentir de hombres y mujeres (en este caso) a un animal. Por otra parte, la esterilización no es una práctica que se defienda como sistema, sino precisamente para intentar paliar el error humano de permitir la procreación indiscriminada, el asesinato y el abandono de millones de cachorros todos los años.
No existe evidencia científica alguna en la actualidad sobre el hecho de que la esterilización afecte a un perro o un gato en su capacidad de trabajo, entrenamiento o relación con su entorno.
Otra equivocación muy extendida es pensar que hembras desarrollan una personalidad más dulce si se les permite tener al menos una camada antes de ser esterilizadas. La investigación conductual o en observaciones clínicas rechazan este dato. Algunos expertos y estudiosos de la ciencia animal sugieren que esta creencia puede ser descrita como un ‘efecto placebo’ mediante la cual el dueño espera que la cruza de su mascota conlleva una transformación de conducta y una mejora de su comportamiento.
Otro error muy común es creer que los machos no deben ser esterilizados, a pesar de que uno sólo de ellos en edad fértil puede procrear múltiples camadas, o que se le priva del sexo, cuando hay que insistir en que los animales no pueden ser comparados al ser humano. Es más, para un perro, para un gato, el sexo es una función orgánica, separada totalmente del afecto, del cariño, y en este caso, nada de estos dos sentimientos se eliminan con la esterilización.
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